Beneficios psicológicos
* La actividad física mejora el estado de ánimo y disminuye el riesgo de padecer estrés, ansiedad y depresión; a su vez aumenta la autoestima y la auto confianza, proporcionando bienestar psicológico.
Beneficios sociales
* Fomenta la sociabilidad.
* Aumenta la autonomía y la integración social.
Beneficios específicos en la infancia y la adolescencia
Los beneficios de la actividad física y el deporte en los niños son:
1) Una mejor condición física (mejor función cardio-respiratoria y mayor fuerza muscular)
2) Reducción de la grasa.
3) Disminución de riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
4) Mejor salud ósea.
5) Los jóvenes que realizan una actividad física relativamente intensa presentan menos adiposidad que los
menos activos.
Los beneficios comprobados en estas etapas son:
* Contribución al desarrollo integral de la persona.
* Control del sobrepeso y la obesidad. En esta etapa, el control de la obesidad es muy importante para prevenir la
obesidad adulta.
* Mayor mineralización de los huesos y disminución del riesgo de padecer osteoporosis en la vida adulta.
* Mejor maduración del sistema nervioso motor y aumento de las destrezas motrices.
* Mejor rendimiento escolar y sociabilidad.
Beneficios potenciales de una escuela activa
* Mejora la performance educacional.
* Aumenta la responsabilidad.
* Mejora la relación con los padres.
* Reduce el uso de drogas y aumenta la abstinencia.
* Mejora la asistencia a la escuela.
* Reduce disturbios comportamentales.
* Reduce la delincuencia.
Cuánta actividad física es recomendable realizar
Para los niños y jóvenes de 5 a 17 años, la actividad física consiste en juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, en el contexto de la familia, la escuela, los amigos o las actividades comunitarias.
Con el fin de elevar su nivel de su salud y para prevenir enfermedades, se recomienda que:
* Los niños y jóvenes realicen como mínimo 300 minutos a la semana en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa. La actividad física diaria debería ser, en su mayor parte, aeróbica. Es importante incorporar, como mínimo tres veces por semana, actividades vigorosas que refuercen, en particular, los músculos y huesos.
* Los adultos de 18 a 64 años deberían acumular un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física
aeróbica moderada.
* Los mayores de 65 años deberían realizar un mínimo de 150 minutos semanales. En ambos casos lo recomendable es llevarlo a 300 minutos semanales paulatinamente.